sábado, 25 de julio de 2009

Manifiesto de Salto:


“MANIFIESTO DE LOS PRODUCTORES AUTOCONVOCADOS”

 “Manifiesto de Salto” (*1)


Los pequeños y medianos productores autoconvocados reunidos en asamblea nacional en la localidad de Salto declaramos:Que nuestros objetivos irrenunciables son alcanzar en un plazo cierto la finalización de toda política tributaria discriminatoria al sector agropecuario y al interior, lo que significa:


  1. ELIMINACIÓN TOTAL DE LAS RETENCIONES...
  1. APERTURA DE LAS EXPORTACIONES.
  1. ELIMINACIÓN DE LA ONCCA “O DE CUALQUIER ORGANISMO O FUNCIÓN QUE CONTRIBUYA A ESTATIZAR EL COMERCIO AGROPECUARIO” y a mantener el nefasto y discrecional intervencionismo que ha destruido la actividad agropecuaria y ha promovido un capitalismo de amigos en detrimento de un mercado transparente.
  1. NO A LA SEGMENTACIÓN.  La segmentación conspira contra la asociatividad, la voluntad de crecer, la organización familiar de la producción, es fuente de corruptelas y técnicamente inaplicable.
  1. NO A LOS SUBSIDIOS Y COMPENSACIONES. Los subsidios y compensaciones, cuando son otorgados en reemplazo de la legítima rentabilidad previamente confiscada (Ej. Retenciones, precios de corte y precios máximos) o  impedida (cierres de exportaciones) constituyen un paliativo indigno que nos somete al clientelismo económico (mil veces más reprobable que el clientelismo social o político).
  1. SI A MEDIDAS POSITIVAS PARA SECTORES EN EMERGENCIA. Sí reclamamos, en esta circunstancia particular urgentes medidas positivas (especialmente créditos blandos) tal como corresponde según nuestra legislación para los sectores y economías regionales en emergencia crítica (especialmente zonas de sequía, marginales, ganadería y sector lácteo).





(*1)  1er Asamblea Nacional (Monte Maíz): Primer encuentro de los autoconvocados durante el conflicto  expresando la unidad de propósito y acción.

2da Asamblea Nacional (Santa Fe): Se define el primer ideario “eliminación de las retenciones y apertura de las exportaciones”

3er Asamblea Nacional ( SALTO – 12.06.09): Surge el Manifiesto de los autoconvocados conocido como “Manifiesto de Salto”. 4ta Asamblea Nacional  (SALTO 11.3.11): Ratifica el manifiesto de Salto y agrega el encomillado del punto tres para adaptarlo a la nueva situación en la que el Gobierno Nacional había eliminado  la ONCCA.

10 Razones para decir no a las retenciones






¿POR QUE DECIRLE NO A LAS RETENCIONES?



1. No se compensa con un tipo de cambio alto.

Mas allá de la dificultad de definir que es un tipo de cambio alto, el mismo impacta sobre el precio de venta del cereal,  y también sobre el de compra de insumos e implementos (maquinaria, semillas, fertilizantes, etc.). A mayor tipo de cambio, mayor costo y mayor riesgo.


Y mientras existió la presunta ventaja del tipo de cambio alto el campo fue discriminado, siendo el único sector que debió soportar retenciones cuantiosas como contrapartida a este eventual beneficio. 


2.  Desapareció la ventaja de los altos precios internacionales.

Fueron junto con el tipo de cambio alto el principal argumento para justificar las retenciones.


3.-  El concepto de renta extraordinaria es una falacia anticientífica.


No existen parámetros objetivos  para definir cuando una renta es extraordinaria. 


¿Extraordinaria en relación a qué?  ¿A la inversión realizada? ¿Al capital? ¿A los activos? ¿Al bruto facturado? ¿Al riesgo? 


Si por renta extraordinaria entendemos cualquier  rentabilidad superior a la media, vale aclarar que la expectativa de este tipo de rentabilidades es la que optimiza la asignación del capital dirigiendo los recursos de un país a actividades innovadoras, riesgosas y vanguardistas.


Indicador por indicador existen innumerables actividades más rentables y menos riesgosas que la actividad agraria, empezando por la actividad política.

4. Circunstancias como las sequías o las inundaciones, generan pérdidas que de no compensarse con creces en tiempos mejores llevan al productor al quebranto.

A nadie se le ocurriría gravar a un restaurante basándose solamente en los ingresos obtenidos en las horas pico; o a un hotel tomando como normal la ocupación durante temporada alta. En el agro las buenas épocas subsidian a las malas.

5. Las "retenciones” atentan contra la letra y el espíritu de la Constitución nacional (la propiedad privada es inviolable y los impuestos no pueden ser confiscatorios)

Un impuesto que distraiga más del 35% de la renta es confiscatorio, según una larga tradición jurídica (y el sentido común).

Las retenciones constituyen un impuesto a los Ingresos Brutos del 20, 30 o 35 % que resultaría intolerable para cualquier comercio o industria.

La Constitución es clara: “Sólo el Congreso puede legislar en materia de impuestos y derechos de exportación”;  “la propiedad privada es inviolable”; cualquier ciudadano tiene derecho a “usar y disponer de la misma”.

6.  Las retenciones violan la igualdad ante la ley 

La Constitución Nacional establece que las contribuciones serán establecidas por el congreso de manera “proporcional y equitativa” (art. 4) y “que la igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas” (art. 16).

Las retenciones gravan por  lo general solo a la actividad agropecuaria.

7. Las retenciones constituyen una injustificable “discriminación al sector agropecuario” en relación al resto de las actividades: El agro lo alcanzan “todos” los impuestos y además las “retenciones”.

Al agro lo alcanzan todos los impuestos que soportan las demás actividades (IVA, Ganancias, Inmobiliario Rural, Cheque, etc. Etc. Etc.). ¿Por qué debe soportar impuestos adicionales que una inmensa cantidad de negocios menos riesgosos y más rentables no soportan?

El resto de las actividades exportadoras gozan además, del reintegro de los impuestos abonados durante el proceso productivo (Draw Back). Este reintegro basado en el principio según el cual “los impuestos no se exportan” vale para todos en todos los países; menos en Argentina para el agro.

El resto del mundo no cobra retenciones y en buena parte subsidia a la actividad agropecuaria. El agro argentino no recibe ni uno ni otro beneficio y debe competir con sus pares soportando asimetrías insalvables.

8. Las retenciones constituyen asimismo una vergonzosa “discriminación al interior”. Afectan a la principal fuente de riqueza y progreso de las Provincias.

Es dinero que "se va" de nuestras Provincias, que no se gasta en nuestras "aldeas”, “colonias”, “parajes” “pueblos” y “localidades”.

Es dinero que implica menos facturación de Ingenieros Agrónomos, de Concesionarios y fábricas de maquinaria agrícola, de veterinarios,  de comerciantes, de mecánicos de campo, de jóvenes profesionales que gracias al aumento de los precios internacionales estaban volviendo (antes del 2008) para quedarse en sus pueblos, como habían dejado de hacerlo.

9. Las retenciones (impuesto no coparticipable) destruyen el federalismo y promueven el centralismo unitario con el consiguiente clientelismo político y económico

Disminuyen la base imponible para el impuesto a las ganancias (que sí es coparticipable) y acrecientan la fabulosa apropiación de recursos del Ejecutivo Nacional (que hoy concentra el 75% % de la masa de impuestos quedando a las Provincias y Municipios solo el 25% restante).

En la década de los 80 correspondía 55% para Provincias y Municipios y 45% para la Nación que se hacía cargo de innumerables escuelas y hospitales que hoy se han provincializado,  además de casi 400 empresas públicas deficitarias.

10. Las retenciones constituyen una intervención "viciosa" del Estado.

Viciosa, no porque existan intervenciones virtuosas, sino porque además del daño que la intervención en general genera por sí misma, las retenciones significan diferir riqueza de los sectores productivos a los sectores improductivos;  de los agricultores a lo peor de la clase política.

El aparato “clientelizador” de la demagogia necesitará siempre más dinero para la próxima campaña y para la próxima y para la próxima. No se puede facilitar esta herramienta en ninguna de sus formas.





Este sistema de explotación del hombre por el hombre destruye las fuerzas productivas para someterlas a relaciones políticas y económicas donde la riqueza es transferida desde los que la generan a los que manejan los resortes del poder y de las leyes.





LA INDIGNA PROPUESTA DE LA FEDERACION AGRARIA

Frente a la propuesta de la Federación Agraria, cuyo texto emana un indisimulable "tufo" kirchnerista...

Frente a la antológica frase del comienzo; probablemente la súplica más VERGONZOSA  que esclavo, siervo de la gleba, explotado o confiscado alguno haya podido expresar en la historia de la humanidad...  Genial resumen que en apenas 14 palabras logra erigirse en el MONUMENTO A LA INDIGNIDAD más perfecto que productor alguno (si es que los hay en la FAA) haya podido sintetizar, a saber: 

"Venimos a poner el hombro (sic), pero necesitamos que el estado (sic), nos brinde una muleta (sic)"


Frente a esto, los productores autoconvocados decimos:


"UNIDOS O SEGMENTADOS"

¿POR QUE DECIRLE NO A LAS RETENCIONES SEGMENTADAS?

1. Aceptar retenciones segmentadas es convalidar las retenciones como instrumento (ver: ¿Por que decimos no a las retenciones?)

Para hablar de retenciones segmentadas hay que hablar de retenciones y "convalidarlas" con el cuento del tío de los viejos dirigentes agropecuarios estatistas que quieren un puestito para partir (segmentar) y repartir. Son mas perniciosas que las retenciones en si mismas porque generan la justificación de las retenciones y una casta agroparasitaria enquistada en el estado. 

Empezaron siendo un 10 % que pidió Duhalde para salir de una emergencia, fueron denostadas por Loustau en su libro, criticadas por kirchner en su campaña electoral y terminaron siendo un 45% móvil. 

Hace más de 50 años el campo sufre retenciones con el argumento de favorecer el desarrollo de la Industria.

La industria necesita el fin de las retenciones más que el mismo campo. Para terminar con el industrial infantil y protegido-  Para superar la etapa de la industria con andadores que nunca aprende a caminar. Para “ser industria” genuina, competitiva, sustentable y no un simple concesionario de favores oficiales.

2. La justificación de las retenciones segmentadas debilita todos los argumentos esgrimidos contra las retenciones en general. 

Si aceptamos las retenciones en función del tamaño del productor convalidamos "la violación a los derechos y garantías constitucionales" para algunos y "la viabilidad de los impuestos confiscatorios" para otros. 

Alentamos la supervivencia del poco académico concepto de "renta extraordinaria" y aceptamos  la discriminación al sector y al interior en comparación con otros sectores donde no se distingue entre grandes y chicos.

Los principios constitucionales son válidos para todos o no son válidos para nadie. Al proponer retenciones segmentadas se le da al gobierno una razón para ignorar este “limite” y avanzar sobre la propiedad, la renta y las garantías de nuestra Carta Magna bajo la excusa del grande y el chico.

¿Las retenciones son discriminatorias porque gravan al sector agropecuario con impuestos que otros sectores no pagan…; Porqué distraen dinero que se destinaría naturalmente a poner en movimiento el aparato productivo de las Provincias (maquinaria, servicios agronómicos, etc…)?

Si esto ocurre con un productor de 100 hectáreas, ocurre también con uno de 3.000. Los grandes industriales o comercios  no tienen ingresos brutos segmentados. ¿Por qué los debe tener el campo?

En definitiva, fundamentar las retenciones segmentadas destruye las razones que tenemos para decirle “no para siempre” a las retenciones. 

Pero además…

3. Las retenciones segmentadas avalan un prejuicio histórico según el cual sólo se puede ser rico o grande en Bs. As. 

En cualquier lugar que no sea una gran ciudad un rico es para la progresía urbana "un señor feudal”.

Si el objetivo es “la igualdad”, “la distribución de la renta” o cualquier otra medida  de las llamadas “progresistas” conviene comenzar por imponer retenciones segmentadas a actores económicos mucho más poderosos y concentrados que el más poderoso de los agropecuarios.

Así, por ejemplo, en la Industria automotriz, Gral. Motors pagaría 40% de retenciones y un pequeño taller que comience a fabricar autopartes, no pagaría nada. Carrefour abonaría un Ingreso Bruto (equivalente a una retención) del 35% y el pequeño comercio estaría exento. Los hoteles k abonarían un 50% de su facturación como ingreso bruto y los pequeños hospedajes estarían dispensados.

Si el objetivo es que el pez grande no se coma al pez chico, este criterio debiera aplicarse primero en actividades como los hipermercados, el juego, las compañías aéreas, la industria automotriz, la minería,  donde claramente ser chico es una desventaja insalvable. 

No podemos aceptar comenzar por el agro, que ha demostrado ser la actividad más atomizada, dinámica, variada y competitiva de la República Argentina.

No alentamos estas medidas en otras actividades. Queremos demostrar por reducción al absurdo lo insólito y discriminatorio del tema.


4. La segmentación es técnicamente inaplicable.

Para ser consecuente con sus propósitos la segmentación requerirá  contemplar  innumerables variables  (volumen, capacidad productiva de la región, rindes promedios, distancia a puerto, eventos climáticos, inversión requerida). Todo esto llevará a depender del capricho del funcionario o a tener que inventar un algoritmo tan complejo que invita a una conclusión inevitable: es más práctico que el estado expropie todos los campos, produzca como una sola empresa y asigne a cada uno un sueldo.

Este análisis ya se hizo (“La Sagrada Familia” de Karl Marx). Y la receta se aplicó en algún lugar (Ex URSS) con resultados poco esperanzadores.


5. Segmentar para defender al pequeño productor del grande o de los pools de siembra implica equivocar el enemigo, el diagnóstico y el remedio.

La concentración se debe evitar sacando impuestos. No con medidas negativas de castigo al productor grande o a aquel que ha encontrado formas eficientes de asociación y organización.

Nadie trabaja, ni se esfuerza, ni busca ser mejor para "ser chico". Contradice la lógica y el espíritu de la “burguesía” (pequeña o grande) a la que todo productor pertenece.

No se utiliza este criterio para fomentar al deporte, ni el arte, ni el desarrollo industrial ¿Porque debiera utilizarse para el sector agropecuario?

6. Aún considerando que los Pooles o los grandes productores son "el mal" y que perjudican al pequeño productor, las retenciones segmentadas son el peor instrumento (un bumeran) para limitarlos.

Si los que molestan son los "mentados 3.000 mega productores" que podrían sembrar toda la Argentina como pontifican algunos castrodirigentes, lo lógico sería proponer medidas que afecten "sólo" a estos 3.000 mega productores, y no una medida como la segmentación que "jode" a los 300.000 productores agropecuarios del país obligándolos a recorrer oficinas públicas presentando papeles para justificar una lastimosa "pequeñez" y  acceder a una humillante "devolución clientelizadora" por parte del Estado.

Desde ya que rechazamos este tipo de medidas, pero la mencionamos para mostrar que la propuesta de segmentación no es sino una forma de encubrir la nula voluntad por eliminar retenciones; como lo ha demostrado la dirigencia que hoy propone la segmentación mientras en su momento boicotéo en el Congreso el proyecto de reducción de retenciones de los agrodiputados Buryaile y Casañas).

7. Las retenciones segmentadas son una invitación a la corrupción y el clientelismo.

Sobre todo si operan mediante devoluciones o compensaciones (es difícil imaginar otro mecanismo).

Fomentarían la corrupción del sector promoviendo el uso de testaferros y mil y un artimañas para no quedar afuera del beneficio. Gestores, comisionistas, intermediarios, consultoras. La historia es conocida.

¿Nos queda alguna duda después del festival de subsidios desvergonzados pagados por la ONCCA?


8. Las retenciones segmentadas hacen perder foco y fuerza estratégica.

Un objetivo estratégico debe ser claro, sencillo, fácil de concretar y verbalizar.

Retenciones segmentada ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿A quién? ¿Que pasa con las familias grandes que han unificado sus procesos administrativos y productivos? ¿Deberán volver a dividirse? ¿Es esto conveniente?

¿Está mal asociarse para achicar costos y gozar de los beneficios de la escala como en cualquier otra actividad?

Un objetivo estratégico eficaz une a la tropa. Las retenciones segmentadas la dividen y la dividirán aún más cuando empecemos a discutir el cuánto, el a quién y el cómo.

9. Proponer retenciones segmentadas constituye un error que en "teoría de la negociación" se conoce como “perder el ancla”:

Es contraproducente plantear objetivos de mínima tales como: “segmentación”, “suspensión por 180 días”, “disminución de las retenciones…”, “movilidad”, “bandas”  o “retenciones a cuenta de ganancias”.

De ser propuestos por el sector agropecuarios serán el mejor argumento para oponerse a su remoción en el futuro.

El sector no debe condicionar su legítimo reclamo a la  necesidad financiera de un estado helefantiástico voraz e insaciable.

Retenciones cero y apertura total de las exportaciones deben ser el piso para abrir la boca en nombre del campo.

10. Unidos o segmentados. La segmentación "divide" a los productores. No ha sido una idea de las "bases" sino de dirigentes agropecuarios filokirchneristas.