¿POR QUE DECIRLE NO A LAS RETENCIONES SEGMENTADAS?
1. Porque aceptar retenciones segmentadas es convalidar las retenciones como instrumento (ver al final ¿Por que decimos no a las retenciones?)
Para hablar de retenciones segmentadas hay que hablar de retenciones y "convalidarlas" con el viejo cuento del tío de los dirigentes agropecuarios estatistas que quieren un puestito para partir (segmentar) y repartir. Son mas perniciosas que las retenciones en si mismas porque generan la justificación de las retenciones y una casta agroparasitaria enquistada en el estado.
Empezaron siendo un 10 % que pidió Duhalde para salir de una emergencia, fueron denostadas por Loustau en su libro, criticadas por kirchner en su campaña electoral y terminaron siendo un 45% móvil.
Hace más de 50 años el campo sufre retenciones con el argumento de favorecer el desarrollo de la Industria y hoy la única industria genuinamente nacional (capitales, tecnología, investigación y desarrollo, partes, mano de obra y marcas) es la de la maquinaria agrícola dependiente y originada en el agro, la cual estaría infinitamente más desarrollada sin retenciones.
La industria necesita el fin de las retenciones más que el mismo campo. Para terminar con el industrial infantil y protegido- Para superar la etapa de la industria con andadores que nunca aprende a caminar. Para “ser industria” genuina, competitiva, sustentable y no un simple concesionario de favores oficiales.
2. La justificación de las retenciones segmentadas debilita o destruye todos los argumentos , los principios y los valores esgrimidos contra las retenciones en general.
Si aceptamos las retenciones en función del tamaño del productor convalidamos "la violación a los derechos y garantías constitucionales" para algunos y "la viabilidad de los impuestos confiscatorios" para otros.
Alentamos la supervivencia del poco académico concepto de "renta extraordinaria" y aceptamos la discriminación al sector y al interior en comparación con otros sectores donde no se distingue entre grandes y chicos.
Los principios constitucionales son válidos para todos o no son válidos para nadie. Al proponer retenciones segmentadas se le da al gobierno una razón para ignorar este “limite” y avanzar sobre la propiedad, la renta y las garantías de nuestra Carta Magna bajo la excusa del grande y el chico.
¿Las retenciones son discriminatorias porque gravan al sector agropecuario con impuestos que otros sectores no pagan…? ¿Por qué distraen dinero que se destinaría naturalmente a poner en movimiento el aparato productivo de las Provincias (maquinaria, servicios agronómicos, etc…)?
Si esto ocurre con un productor de 100 toneladas, ocurre también con uno de 3.000. Los grandes industriales o comercios no tienen ingresos brutos segmentados. ¿Por qué los debe tener el campo?
En definitiva, fundamentar las retenciones segmentadas destruye las razones que tenemos para decirle “no para siempre” a las retenciones. Pero además…
3. Las retenciones segmentadas avalan un prejuicio histórico según el cual sólo se puede ser rico o grande en Bs. As.
En cualquier lugar que no sea una gran ciudad un rico es para la progresía urbana "un señor feudal”.
Si el objetivo es “la igualdad”, “la distribución de la renta” o cualquier otra medida de las llamadas “progresistas” conviene comenzar por imponer retenciones segmentadas a actores económicos mucho más poderosos y concentrados que el más poderoso de los agropecuarios.
Así, por ejemplo, en la Industria automotriz, Gral. Motors pagaría 40% de retenciones y un pequeño taller que comience a fabricar autopartes, no pagaría nada. Carrefour abonaría un Ingreso Bruto (equivalente a una retención) del 35% y el pequeño comercio estaría exento. El Hotel K “Los Sauces” abonaría un 50% de su facturación y los pequeños hospedajes estarían dispensados.
Si el objetivo es que el pez grande no se coma al pez chico, este criterio debiera aplicarse primero en actividades como los hipermercados, el juego, las compañías aéreas, la Industria Automotriz, la minería, donde claramente ser chico es una desventaja insalvable. Nunca podemos aceptar comenzar por el agro, que ha demostrado ser la actividad más atomizada, dinámica, variada y competitiva de la República Argentina.
No alentamos estas medidas en otras actividades. Queremos demostrar por reducción al absurdo lo insólito y discriminatorio del aserto que justifica la segmentación.
4. La segmentación es técnicamente inaplicable.
Para ser consecuente con sus propósitos la segmentación requerirá contemplar innumerables variables (volumen, capacidad productiva de la región, rindes promedios, distancia a puerto, eventos climáticos, inversión requerida). Todo esto llevará a depender del capricho del funcionario o a tener que inventar un algoritmo tan complejo que invita a una conclusión inevitable: es más práctico que el estado expropie todos los campos, produzca como una sola empresa y asigne a cada uno un sueldo.
Este análisis ya se hizo (“La Sagrada Familia” de Karl Marx). Y la receta se aplicó en algún lugar (Ex URSS) con resultados poco esperanzadores.
5. Segmentar para defender al pequeño productor del grande o de los pools de siembra implica equivocar el enemigo, el diagnóstico y el remedio.
La concentración se debe evitar con medidas positivas de apoyo al productor chico. No con medidas negativas de castigo al productor grande o a aquel que ha encontrado formas eficientes de asociación y organización.
Nadie trabaja, ni se esfuerza, ni busca ser mejor para "ser chico". Contradice la lógica y el espíritu de la “burguesía” (pequeña o grande) a la que todo productor pertenece.
No se utiliza este criterio para fomentar al deporte, ni el arte, ni el desarrollo industrial ¿Porque debiera utilizarse para el sector agropecuario?
La promoción de la agricultura familiar con rostro humano no se alcanzará con medidas negativas de desaliento a la asociación y la incorporación de capital, sino con medidas positivas de estímulo al arraigo y la mancomunación de esfuerzos entre pequeños productores.
6. Aún considerando que los Pooles o los grandes productores son "el mal" y que perjudican al pequeño productor, las retenciones segmentadas son el peor instrumento (un boomeran) para limitarlos.
Si los que molestan son los "mentados 3.000 mega productores" que podrían sembrar toda la Argentina como pontifican algunos castrodirigentes agropecuarios, lo lógico sería proponer medidas que afecten "sólo" a estos 3.000 mega productores, y no una medida como la segmentación que "jode" a los 300.000 productores agropecuarios del país obligándolos a recorrer oficinas públicas presentando papeles para justificar una lastimosa "pequeñez" y acceder a una humillante "devolución clientelizadora" por parte del Estado.
En definitiva quien quiera "aniquilar" a los 3.000 grandes productores, debería impulsar algún impuesto específico para los mismos o su prohibición si le cuadra... sin afectar con retenciones segmentadas para todos y todas. Desde ya que rechazamos este tipo de medidas, pero la mencionamos para mostrar cuan poco sincera es la propuesta de la segmentación. Sospechamos en efecto, que no es sino una forma de encubrir la nula voluntad por eliminar retenciones como lo ha demostrado la dirigencia que hoy propone la segmentación boicoteando en el Congreso el proyecto de reducción de retenciones de los agrodiputados Buryaile y Casañas).
7. Las retenciones segmentadas son una invitación a la corrupción y el clientelismo.
Sobre todo si operan mediante devoluciones o compensaciones (es difícil imaginar otro mecanismo).
Fomentarían la corrupción del sector promoviendo el uso de testaferros y mil y un artimañas para no quedar afuera del beneficio. Gestores, comisionistas, intermediarios, consultoras. La historia es conocida.
¿Nos queda alguna duda después del festival de subsidios desvergonzados pagados por la ONCCA?
8. Las retenciones segmentadas hacen perder foco y fuerza estratégica.
Un objetivo estratégico debe ser claro, sencillo, fácil de concretar y verbalizar.
Retenciones segmentada ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿A quién? ¿Que pasa con las familias grandes que han unificado sus procesos administrativos? ¿Deberán volver a dividirse? ¿Es esto conveniente?
¿Está mal asociarse para achicar costos y gozar de los beneficios de la escala como en cualquier otra actividad?
Un objetivo estratégico eficaz une a la tropa. Las retenciones segmentadas la dividen y la dividirán aún más cuando empecemos a discutir el cuánto, el a quién y el cómo.
9. Proponer retenciones segmentadas constituye un error que en "teoría de la negociación" se conoce como “perder el ancla”:
Es contraproducente plantear objetivos de mínima tales como: “segmentación”, “suspensión por 180 días”, “disminución de las retenciones…”, “movilidad”, “bandas” o “retenciones a cuenta de ganancias”.
De ser propuestos por el sector agropecuarios serán el mejor argumento para oponerse a su remoción en el futuro.
El sector no debe condicionar su legítimo reclamo a la necesidad financiera de un estado helefantiástico voraz e insaciable.
Retenciones cero y apertura total de las exportaciones deben ser la condición para “la foto”.
10. Unidos o segmentados. La segmentación "divide" a los productores. No ha sido una idea de las "bases" sino de dirigentes agropecuarios filokirchneristas.
Gabriel Venica
info@gabrielvenica.com.ar